La tipografía es una de esos apartados que en segundos puede determinar el éxito o fracaso del diseño de nuestra marca, ¿Por qué? La respuesta es bastante sencilla, porque la tipografía es uno de los mayores protagonistas al momento de que nuestra marca se comunique con el público, si este mensaje no está acorde con la identidad de nuestra marca, todo el trabajo de diseño no servirá de nada.
Para evitar que tu marca se convierta en un fracaso en cuanto a diseño traemos para ti, 5 aspectos sencillos que debes seguir en cuanto a la tipografía a usar o crear.
1.- Entender bien la personalidad de marca.
El objetivo del diseño de la tipografía de una marca es también transmitir su personalidad, su tono de voz y su propuesta única de valor, es por ello que debemos tener muy claro cuál es la personalidad de nuestra marca: juvenil, elegante, fuerte, dinámica, seria o extravagante (solo recuerda no puedes ser todos al mismo tiempo).
2.- Cumplir con las premisas de un buen diseño de marca para la tipografía.
Existen muchas formas de hacer un buen diseño de marca, pero siempre hay ciertas premisas que debes tener en cuenta al momento de diseñar o escoger su tipografía.
- Que sea legible: si la tipografía no puede leerse correctamente, el público nunca podrá diferenciarte de tus competidores, además de que será mucho más difícil ganarte su confianza.
- Inspirarse en tu audiencia: Debes tener presente cuál es el comportamiento de tu público objetivo, cuáles son sus gustos y cuáles son sus valores culturales.
- Que sea atemporal: en muchas ocasiones queremos diseñar algo moderno e innovador, pero el factor tiempo-época no siempre es tomado en cuenta, los mejores diseños son los que pueden mantenerse frescos con el paso del tiempo.
3.- Seleccionar la tipografía acorde con tu objetivo.
Al igual que no saldrías a hacer ejercicio con un traje de gala, no puedes usar cualquier tipografía sin importar tus necesidades y público objetivo, así que ten presente la clasificación de la tipografía que escojas y para qué se usa. Aquí las más comunes:
Serif: Este tipo de fuente brinda un aspecto clásico, con sutiles adornos en la parte superior e inferior de las letras, son inmensamente populares y usadas frecuentemente entornos formales
Sans serif: Esta fuente se caracteriza por la ausencia de remates o adornos en las letras, son de un aspecto mucho más limpio y minimalista, reflejando un aire mucho más moderno
Slab Serif: Este tipo de fuente se caracteriza por sus remates fuertes y audaces, es una fusión entre lo clásico y lo moderno
Script: Las fuentes Script se caracterizan por su manera de imitar la escritura a mano tanto en estilo de cursivas formales o informales, puede brindar un gran impacto visual a costo de sacrificar un poco la legibilidad.
Display: Las fuentes display suelen ser tipografías muy trabajadas con una alta cantidad de elementos, en búsqueda de la máxima personalización suelen variar mucho de una a otra lo que las vuelve un poco complejas de trabajar.
4.- La tipografía debe dejarse leer fácilmente
Cuando hablamos de texto y su apariencia, no podemos olvidar que uno de nuestros objetivos principales es que sea fácil y cómodo de leer, no sirve de nada tener un texto con un diseño agradable que no se pueda ver perfectamente porque tiene un color con poco contraste con el fondo, o que no tenga el tamaño correcto, o que la tipografía sea muy elaborada y no resulte legible en diversos tamaños de pantalla o impresiones.
5.- Definir también la tipografía corporativa
Uno de los factores que debe tener presente toda marca es la constancia en su nivel de calidad, y en cuanto a tipografías es un error bastante habitual no definir una tipografía para uso corporativo. Con esto no nos referimos al logotipo únicamente, si no más bien cuando la marca necesite escribir una tarjeta de presentación, una carta, un documento, un correo electrónico o el texto en sus diseños publicitarios, es decir los documentos de su identidad corporativa.
Tomando esto en cuenta, es vital diseñar las tipografías que puedan brindar un nivel de calidad uniforme sin importar el formato donde estén presentes.